jueves, 2 de abril de 2009

Life in the ¿fast? lane

Qué dura es la vida para aquellos que usamos la bicicleta. Ayer vi el summum del absurdo; un gorrilla orientando a un coche para aparcar en el carril bici: majo, dos errores no hacen un acierto aunque le lleve la contraria al colega Joe Cocker.

Luego te encuentras gente ya sea joven o mayor, agarrados en línea horizontal, haciendo una barricada para la que no hay tregua, lo mismito que la pieza roja del Tetris. Ayer, opté por acelerar más, sacar los codos hacia fuera y así hacerme camino, porque no había otra manera a pesar de las voces que pegaba.

Por otra parte, otro ejemplar de la fauna que puedes hallar es el ciber corredor, ser equipado con sus gafas de Terminator e innumerables cosas colgadas del cuello, léase pulsómetro, su ipod nano y hasta un escapulario de San Cristóbal bendito para que le guíe y vea la luz camino de la San Silvestre .

Como guinda, te encuentras niños dejados de la mano de Dios sentados en el carril y gente de pinta extraña mirando distraídamente sentada en bancos del parque, olé sus webs.

En fin, así es la vida en el carril bici, que no es fast por estas cosas, pero bueno, hay que cuidar el planeta, aunque otros no cuiden ni de sus hijos ni de su integridad física.

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