Bueno, pues esta noche toca ver a The Pretenders. Me encanta Chrissie Hynde, canta muy bien, toca bien y tiene un morbazo.
La verdad es que la tía tiene un estilo muy personal y pensando sobre eso, me pregunto qué cantantes nuevas salen que valgan la pena. Pues oiga, no me gusta ninguna.
He llegado a la conclusión de que hay tres categorías, quitando a las nenas de OT que no se merecen ni categoría, si acaso ser dobles de una peli hentai donde el monstruo de turno le haga un facial.
Veamos las categorías:
1.- Chicas malotas del barrio, muy kíes ellas, muy chulas, de vuelta de todo, con tonillo cansino y descreído, algo flamenquitas, algo alternativas (¡mira un antiglobalización!) y coñazo 100%. En esta categoría entraría peña como la Mala Rodríguez o Bebe. Cuando las escucho me pasa lo mismo que a Rex cuando oye un silbato para perros, encabronamiento inmediato y ganas de pegar bocaos.
2.- Las gritonas. Son las megavixens, las más sentías del mundo, tienen dos vertientes: o devoran a los tíos y escupen las medias suelas cuando se los han terminao o son un puro quejío porque son unas incomprendías llenas de sensibilidad.
Son una versión de Alejandro Sanz pero en tía, aunque yo creo que él es más deudor de ellas que al contrario. Metamos aquí de cabeza, cuesta abajo y sin frenos a Mónica Naranjo, Malú y demás fauna.
3.- Las yes-we-can. Estas quieren cantar como las negras de Harlem, siempre te hacen la demostración de que pueden llegar a unos graves que ni Carmen de Mairena en una cueva llena de reverb o bien a unos agudos que ríete tú de Minnie Ripperton a 45 rpm.
Son un pestiño total, la única diversión es verlas embutidas en un traje de satén cual roti de ternera y ver cómo levantan los brazos y ponen los ojos en blanco cantando "Oh, happy day".
¿Happy day? Happy day el día que os vayáis con Pitingo cantando Killing me softly en un kayuko para eso de triunfar allende de nuestras fronteras.
La verdad es que ante el panorama hasta echo de menos a Rosa León o María Ostiz.
La verdad es que la tía tiene un estilo muy personal y pensando sobre eso, me pregunto qué cantantes nuevas salen que valgan la pena. Pues oiga, no me gusta ninguna.
He llegado a la conclusión de que hay tres categorías, quitando a las nenas de OT que no se merecen ni categoría, si acaso ser dobles de una peli hentai donde el monstruo de turno le haga un facial.
Veamos las categorías:
1.- Chicas malotas del barrio, muy kíes ellas, muy chulas, de vuelta de todo, con tonillo cansino y descreído, algo flamenquitas, algo alternativas (¡mira un antiglobalización!) y coñazo 100%. En esta categoría entraría peña como la Mala Rodríguez o Bebe. Cuando las escucho me pasa lo mismo que a Rex cuando oye un silbato para perros, encabronamiento inmediato y ganas de pegar bocaos.
2.- Las gritonas. Son las megavixens, las más sentías del mundo, tienen dos vertientes: o devoran a los tíos y escupen las medias suelas cuando se los han terminao o son un puro quejío porque son unas incomprendías llenas de sensibilidad.
Son una versión de Alejandro Sanz pero en tía, aunque yo creo que él es más deudor de ellas que al contrario. Metamos aquí de cabeza, cuesta abajo y sin frenos a Mónica Naranjo, Malú y demás fauna.
3.- Las yes-we-can. Estas quieren cantar como las negras de Harlem, siempre te hacen la demostración de que pueden llegar a unos graves que ni Carmen de Mairena en una cueva llena de reverb o bien a unos agudos que ríete tú de Minnie Ripperton a 45 rpm.
Son un pestiño total, la única diversión es verlas embutidas en un traje de satén cual roti de ternera y ver cómo levantan los brazos y ponen los ojos en blanco cantando "Oh, happy day".
¿Happy day? Happy day el día que os vayáis con Pitingo cantando Killing me softly en un kayuko para eso de triunfar allende de nuestras fronteras.
La verdad es que ante el panorama hasta echo de menos a Rosa León o María Ostiz.
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