Siempre me pillo un cabreo mayúsculo
cuando por problemas informáticos
interrumpen mi "laboro" frenético.
Pido una razón sin éxito
hasta usando la mayéutica,
siempre con excusas estúpidas,
me sueltan rollos macarrónicos
y al final acabo histérico.
Yo también soy metálico
en el berenjenal informático.
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