domingo, 18 de abril de 2010

Vaya cuento

Se acerca el día del libro y esta semana vi por la Escuela de Idiomas un ejemplar de la revista del centro del año pasado.

Me entró la risa tras leerla porque la profesora de alemán me convenció para que metiera en ella un cuento que escribí con unas tarjetas con dibujos que nos dio en clase.

Yo no quería porque lo veía cursi (me tocaron las tarjetas del príncipe, el hada, el genio y el caballo volador) y demasiado corto y sombrío para ser un cuento para nenes, pero el guiño final a la mujer de Lot y Alfonsina y el mar me gusta.

Gracias a Enriqueta Tamayo por su escritura en verde tras leer Ninfeas y a Marisa Manzano, la mejor profesora de idiomas que pueda encontrarse. Es ist gut, dass es dir gibt.

Ahí va primero en original y luego en español, que es lo mismo pero no es igual.

Es war einmal ein Prinz, der in eine Fee verliebt war. Aber die Fee sagte ihm immer, dass sie ihn heiraten würde, wenn er auf ein fliegendes Pferd käme.

Eines Tages, als er Prinz im Wald spazierenging, fand er eine magische Lampe, und plötzlich erschien ein Genie. Er sagte ihm, dass er einen freien Wunsch hatte. Der Prinz sagte ihm, dass er ein fliegendes Pferd wollte.

Sein Wunsch wurde erfüllt, aber das Genie sagte ihm, dass er nicht zurückschauen durfte, während er auf dem fliegenden Pferd ritt.

Der Prinz ritt auf seinem fliegenden Pferd, um die Fee zu sehen, aber plötzlich hörte er die Stimme der Fee.

Er schaute zurück und es war das Genie. Das Pferd fühlte sein Herz brechen und sie fielen ins Meer.

Einige Seemänner sagen, dass sie manchmal einen Mann auf einem Seepferdchen in der Meerstiefe gesehen haben, der nach ihber Liebe sucht und dessen Schreie mit den Fluten gehört werden können.


Había una vez un príncipe que estaba enamorado de un hada. Pero ella siempre le decía que se casaría con él si venía montado sobre un caballo volador.

Un día, mientras caminaba el príncipe por el bosque, se encontró una lámpara mágica y de repente apareció un genio. Él le dijo que le concedía un deseo. El príncipe le dijo que quería un caballo volador.

Su deseo fue concedido, pero el genio le dijo que no debía mirar hacia atrás mientras estuviera montado sobre el caballo volador.

El príncipe montó sobre su caballo volador para ir a ver al hada, pero de repente, escuchó la voz de ella. Él miró hacia atrás y era el genio. El caballo sintió cómo se le rompía el corazón y cayeron al mar.

Algunos marinos dicen que, en ocasiones, han visto en las profundidades del mar a un hombre montado sobre un caballo de mar buscando a su amada y sus gritos pueden oírse con la marea.


2 comentarios:

Javi Meskalina dijo...

Joder, con el alemán. Tienes los kojones kuadraos para aprenderlo, jejeje.
Ya que hoy toca literatura, yo le estoy dando rienda suelta a mis desbarres pseudoliterarios en este blog: http://nuncaseremosheroes.blogspot.com
Eso sí, en alemán no!!
Saludos.

J. dijo...

Nos estamos volviendo viejos, Javi. ¡Aleluya!