A veces llega un punto en que te pierdes con la guitarra. La coges, todo te suena igual, tocas cuatro punteos, los blues de siempre, la miras, ella te mira y te dan ganas de estamparla contra la pared.
Te paras un momento y empiezas a echar cuentas de cuantas canciones enteras te sabes. Y quitando los blues, no llegan ni a un repertorio de una hora.
Y creo que este es un defecto que tenemos un montón de gente que tocamos la guitarra (yo no soy guitarrista, esas son palabras mayores).
Si se para uno a pensar, un 90% de una canción son acordes y ritmo y muy frecuentemente esto se descuida porque los punteos son lo que impresiona y desahoga.
¿Solución? Primero: Liberar la mano que rasguea con cosas como The dictionary of strum and picking patterns de Fred Sokolow y el libro de La guitarra flamenca de Merengue de Córdoba Vol. 1, actualmente descatalogado, donde explica en el vídeo, los ritmos de diversos palos del flamenco a nivel muy básico y comprensible.
Segundo: Aprenderme o al menos intentarlo, 2 canciones a la semana para aumentar repertorio y aprender progresiones nuevas. Primero me aprendo los acordes, juego un poco con las tríadas y las inversiones de acordes y meto rellenos melódicos aquí y allá para hacer la cosa más interesante. Si estoy inspirado hasta le puedo meter una línea de walking entre los cambios en plan estilo blusero o jazzy.
Esta semana estoy con Help me de Johnny Cash (gracias, Juan por el descubrimiento) y Detalhes de Roberto Carlos, que aunque en este vídeo le den una guitarra desafinada sigue sonando tremendo. ¡Sí, me encanta Roberto Carlos!, ¿pasa algo?
Help me. Johnny Cash.
Detalhes. Roberto Carlos (con música y letra del gran Erasmo Carlos).
Help me. Johnny Cash.
Detalhes. Roberto Carlos (con música y letra del gran Erasmo Carlos).