¿Qué decir de ellos? Simplemente, me encantan. Esta mañana iba por la calle y vi a una señora mayor pidiendo a la puerta de un supermercado.
Entra otra señora y en vez de atar al perro, le da la correa a la que pide para que se lo cuide y le da una moneda.
La señora de la puerta mira al perro, el perro la mira, le intenta dar la pata como jugando, pero ella tiene la mente en otra parte. Al final, el perro se sienta a su lado y aprieta su hocico contra ella. La señora le mira con una cara de cariño tremendo. Los que pasábamos por ahí nos hemos sentido como en pelota ante eso.
Tiempos perros en que hasta los perros son más humanos que muchos.
Entra otra señora y en vez de atar al perro, le da la correa a la que pide para que se lo cuide y le da una moneda.
La señora de la puerta mira al perro, el perro la mira, le intenta dar la pata como jugando, pero ella tiene la mente en otra parte. Al final, el perro se sienta a su lado y aprieta su hocico contra ella. La señora le mira con una cara de cariño tremendo. Los que pasábamos por ahí nos hemos sentido como en pelota ante eso.
Tiempos perros en que hasta los perros son más humanos que muchos.